Saluda a todos. Ya ves,
hoy me he levantado tonto y añorando Granada. Me han dicho que en el Amador han
montado no se qué negocio. Estoy escuchando these important years, de los
Husker. PD: hay algunos a tu lado que
envejecen peor que yo.”(Recreación
de un mensaje leído en internet, dirigido a J, cantante y compositor de Los
Planetas).
Granada ha permanecido
en mí empaquetada minuciosamente en un vaho glacial que la cubre como un envoltorio
de estraza. Así recuerdo sus inviernos bajo un confeti invisible que envejece a los transeúntes y que barniza los edificios con su afeite grisáceo.
Tengo la certeza de
que nada cambia lo suficientemente rápido cuando andas perdido a la deriva de
esa bruma. Por muchas expectativas musicales que tuviéramos, J -tú en tu rollo y
yo en el mío- aquel mes de febrero de mil novecientos noventa y poco –no sé si
por la teoría cíclica de la historia o de la economía, vaya usted a saber- era
tan aborrecible como este de dos mil dieciséis.
Mirado con los años
todo parece irreal, como una estampa encerrada en un domo de nieve, aunque veo
tu imagen nítida caminando a contracorriente por Pedro Antonio, con las
manos en los bolsillos y la cabeza gacha, tropezándote con la multitud que se echaba a la calle en aquellos viernes por la noche. Quizás vas pensando en el
nombre que le pondrás a tu grupo y una mueca de sonrisa leve se dibuja en tu
cara porque ya lo has encontrado. “Sí” –te dices- “se va a llamar Los
Subterráneos”.
Entretanto, yo
quizás haya sido uno de los tres o cuatro golpes que te has dado en tu
deambular por la concurrida acera, cuando salía de uno cualquiera de los
cientos de bares de esa calle acompañado de Javi. Probablemente acabemos
de decidir, después de tres o cuatro cervezas, que ya no vamos a ser tan
pretenciosos musicalmente y que la Harmónica de Cristal se quedará
aparcada junto a su leyenda negra, para dar la bienvenida a nuestro enésimo
proyecto: Malditerráneo.
J, fue entonces
cuando perdimos la prisa, cuando la preocupación de los ensayos nos hizo
renunciar, al menos momentáneamente, a la incertidumbre, a la zozobra de la
nebulosa granadina que tanto nos empujaba a hacer canciones. Ahora había
que dar a conocer las que ya teníamos y empezamos a tocar por los bares que se
dejaban.
Ahora veo con
toda nitidez un cartel de Subterráneos al lado de otro de Malditerráneo.
Sé que tú también. Lo que ya no recuerdo es el nombre del garito donde os vi
tocar por primera vez. De lo que no me he olvidado es de haber estado dibujando
arabescos con las letras de tus canciones en la espalda de Mai durante todo el
concierto –ya sabes, esas cosas pueden pasar cuando la bajista del grupo toca
de espaldas al público-.
Sin embargo, creo
tener una imagen sin humo ni artificio de tu presencia en la barra de La Sal en
uno de nuestros bolos. A lo que no me voy a aventurar es a divagar sobre lo que
tú podías estar imaginando mientras escuchabas nuestras canciones o
mirabas a Paula cantando. Aunque sí pondría la mano en el fuego, y no me
equivocaría, si te dijera que sólo te quedasta a vernos por la curiosidad que te
producía la coincidencia fonética de los nombres de nuestros grupos.
No sé si
Subterráneos fueron tan efímeros en el tiempo como Malditerráneo. O si para ti
J, fueron tan intensas aquellas vivencias de tu primer grupo como lo fueron
para mí las de mi único grupo. Pero tus Planetas no tardaron mucho en llegar –o
simplemente tus Subterráneos en cambiarse de nombre por culpa de los de la
Rosenvinge-, ni mis Malditerráneo tampoco se hicieron esperar demasiado
para perderse en la bruma granadina y no regresar más.
Tú y yo nos
seguimos viendo unos años más por los bares de Granada, por los conciertos de
otros, por los amigos y conocidos comunes, pero nunca nos cruzamos ni una sola
palabra. Puede incluso que alguna vez nos volviéramos a tropezar por esa manía
que tenemos los artistas de andar siempre en las nubes, pero aunque te sonara
mi cara ya no sabías de qué.
Joder J, aquellos
parecían ser nuestros años más importantes y qué mayores nos hemos hecho,
aunque tú sigas igual, mamón. Espero volver a Granada un día de estos y
preguntarte como aquellos amigos que podríamos haber sido, si te gustó algo más
que el nombre de Malditerráneo,
si te llegó alguna canción nuestra.
Yearbooks with their autographs
From friends you might have had
These are your important years
You'd better make them last
Falling in and out of love just like...
These are your important years, your life.
From friends you might have had
These are your important years
You'd better make them last
Falling in and out of love just like...
These are your important years, your life.
Ya ves, hoy me he
levantado tonto y añorando Granada. Por cierto, me han dicho que en el
Amador han montado no se qué negocio y que la tienda de comics que hay
frente al Planta Baja ahora se llama Subterránea.
P.D: hay algunos
a tu lado que envejecen peor que nosotros dos.
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